~ Música para integrar culturas

María Botha realiza un encuentro de violín suzuki para presentar el proyecto que dirige en Ciudad del Cabo

29.12.2014

Levante el mercantil valenciano

Mónica Ros | VALENCIA

No hay que tener una habilidad especial para aprender a hablar. Recibimos los sonidos, incluso los acentos propios de cada zona, y los reproducimos. Pues así también se puede aprender a tocar un instrumento musical. Y es que esa es la filosofía del Método Suzuki, un sistema internacional de enseñanza centrado en que el alumno aprenda a tocar un instrumento igual que se aprende a hablar la lengua materna. Escuchando, repitiendo, reteniendo y reproduciendo.

Para María Botha la música es su pasión, y el método Suzuki su forma de enseñarla. Sin embargo, esta violinista de reconocida experiencia decidió hace años acercar este método hasta Ciudad del Cabo, un lugar con evidente segregación racial donde el acceso a la música clásica es limitado, restringido y desconocido. Allí, con su proyecto Muzukidz llega hasta lugares inaccesibles para alcanzar al máximo de personas, poblaciones y familias.

Sin embargo, el proyecto precisa de una financiación para conseguir instrumentos, partituras y una infraestructura necesaria para hacer posible la enseñanza. Para conseguirla y dar a conocer este proyecto, María Botha estará en Valencia los próximos 10 y 11 de enero para celebrar el I Encuentro de Violín Suzuki Muzukidz, unas jornadas que se dividen en tres partes: un curso de violín mediante el método Suzuki con clases individuales y colectivas; un coloquio y proyección audiovisual del proyecto Muzukids y un concierto «Play Together» a cargo de los participantes e invitados del curso. El encuentro está organizado por Salento Música y la escuela de música Musicorum y espera contar con la máxima participación posible en aras de recaudar unos fondos que se destinarán, íntegramente, al proyecto de María Botha en Ciudad del Cabo.

Donde otros no llegan
«El proyecto cuenta con recursos muy limitados y precisa de financiación. Consolat de Mar, una empresa de fabricantes y mayoristas de Benaguasil ha realizado una importante donación de instrumentos musicales que ayudarán a llevar la música clásica y el método Suzuki hasta lugares hasta ahora inalcanzables», explican los promotores de las jornadas que se celebrarán a principios de enero.

Las jornadas, además, supondrán un lugar de encuentro para aquellos niños y mayores iniciados y conocedores del método Suzuki, que disfrutarán de la pasión que pone Maria Botha a cada uno de sus proyectos.

Y es que, para esta joven violinista el método Suzuki «es un camino en la educación y no solo un método». «Con Suzuki educamos a los niños a ´escuchar´ a partir de una edad muy temprana. Encontramos maneras de inspirar a los niños para que trabajen. Nuestros alumnos están acostumbrados a jugar espontáneamente para los oyentes en un ambiente natural relajado. Son muy disciplinados y agradecidos. Y vienen a clase con tal entusiasmo que ese es nuestro combustible», explica Maria Botha, quien ya prepara la promoción de su proyecto en Valencia.

~ Música para integrar culturas

María Botha realiza un encuentro de violín suzuki para presentar el proyecto que dirige en Ciudad del Cabo

29.12.2014

Levante el mercantil valenciano

Mónica Ros | VALENCIA

No hay que tener una habilidad especial para aprender a hablar. Recibimos los sonidos, incluso los acentos propios de cada zona, y los reproducimos. Pues así también se puede aprender a tocar un instrumento musical. Y es que esa es la filosofía del Método Suzuki, un sistema internacional de enseñanza centrado en que el alumno aprenda a tocar un instrumento igual que se aprende a hablar la lengua materna. Escuchando, repitiendo, reteniendo y reproduciendo.

Para María Botha la música es su pasión, y el método Suzuki su forma de enseñarla. Sin embargo, esta violinista de reconocida experiencia decidió hace años acercar este método hasta Ciudad del Cabo, un lugar con evidente segregación racial donde el acceso a la música clásica es limitado, restringido y desconocido. Allí, con su proyecto Muzukidz llega hasta lugares inaccesibles para alcanzar al máximo de personas, poblaciones y familias.

Sin embargo, el proyecto precisa de una financiación para conseguir instrumentos, partituras y una infraestructura necesaria para hacer posible la enseñanza. Para conseguirla y dar a conocer este proyecto, María Botha estará en Valencia los próximos 10 y 11 de enero para celebrar el I Encuentro de Violín Suzuki Muzukidz, unas jornadas que se dividen en tres partes: un curso de violín mediante el método Suzuki con clases individuales y colectivas; un coloquio y proyección audiovisual del proyecto Muzukids y un concierto «Play Together» a cargo de los participantes e invitados del curso. El encuentro está organizado por Salento Música y la escuela de música Musicorum y espera contar con la máxima participación posible en aras de recaudar unos fondos que se destinarán, íntegramente, al proyecto de María Botha en Ciudad del Cabo.

Donde otros no llegan
«El proyecto cuenta con recursos muy limitados y precisa de financiación. Consolat de Mar, una empresa de fabricantes y mayoristas de Benaguasil ha realizado una importante donación de instrumentos musicales que ayudarán a llevar la música clásica y el método Suzuki hasta lugares hasta ahora inalcanzables», explican los promotores de las jornadas que se celebrarán a principios de enero.

Las jornadas, además, supondrán un lugar de encuentro para aquellos niños y mayores iniciados y conocedores del método Suzuki, que disfrutarán de la pasión que pone Maria Botha a cada uno de sus proyectos.

Y es que, para esta joven violinista el método Suzuki «es un camino en la educación y no solo un método». «Con Suzuki educamos a los niños a ´escuchar´ a partir de una edad muy temprana. Encontramos maneras de inspirar a los niños para que trabajen. Nuestros alumnos están acostumbrados a jugar espontáneamente para los oyentes en un ambiente natural relajado. Son muy disciplinados y agradecidos. Y vienen a clase con tal entusiasmo que ese es nuestro combustible», explica Maria Botha, quien ya prepara la promoción de su proyecto en Valencia.

~ Música para integrar culturas

María Botha realiza un encuentro de violín suzuki para presentar el proyecto que dirige en Ciudad del Cabo

29.12.2014

Levante el mercantil valenciano

Mónica Ros | VALENCIA

No hay que tener una habilidad especial para aprender a hablar. Recibimos los sonidos, incluso los acentos propios de cada zona, y los reproducimos. Pues así también se puede aprender a tocar un instrumento musical. Y es que esa es la filosofía del Método Suzuki, un sistema internacional de enseñanza centrado en que el alumno aprenda a tocar un instrumento igual que se aprende a hablar la lengua materna. Escuchando, repitiendo, reteniendo y reproduciendo.

Para María Botha la música es su pasión, y el método Suzuki su forma de enseñarla. Sin embargo, esta violinista de reconocida experiencia decidió hace años acercar este método hasta Ciudad del Cabo, un lugar con evidente segregación racial donde el acceso a la música clásica es limitado, restringido y desconocido. Allí, con su proyecto Muzukidz llega hasta lugares inaccesibles para alcanzar al máximo de personas, poblaciones y familias.

Sin embargo, el proyecto precisa de una financiación para conseguir instrumentos, partituras y una infraestructura necesaria para hacer posible la enseñanza. Para conseguirla y dar a conocer este proyecto, María Botha estará en Valencia los próximos 10 y 11 de enero para celebrar el I Encuentro de Violín Suzuki Muzukidz, unas jornadas que se dividen en tres partes: un curso de violín mediante el método Suzuki con clases individuales y colectivas; un coloquio y proyección audiovisual del proyecto Muzukids y un concierto «Play Together» a cargo de los participantes e invitados del curso. El encuentro está organizado por Salento Música y la escuela de música Musicorum y espera contar con la máxima participación posible en aras de recaudar unos fondos que se destinarán, íntegramente, al proyecto de María Botha en Ciudad del Cabo.

Donde otros no llegan
«El proyecto cuenta con recursos muy limitados y precisa de financiación. Consolat de Mar, una empresa de fabricantes y mayoristas de Benaguasil ha realizado una importante donación de instrumentos musicales que ayudarán a llevar la música clásica y el método Suzuki hasta lugares hasta ahora inalcanzables», explican los promotores de las jornadas que se celebrarán a principios de enero.

Las jornadas, además, supondrán un lugar de encuentro para aquellos niños y mayores iniciados y conocedores del método Suzuki, que disfrutarán de la pasión que pone Maria Botha a cada uno de sus proyectos.

Y es que, para esta joven violinista el método Suzuki «es un camino en la educación y no solo un método». «Con Suzuki educamos a los niños a ´escuchar´ a partir de una edad muy temprana. Encontramos maneras de inspirar a los niños para que trabajen. Nuestros alumnos están acostumbrados a jugar espontáneamente para los oyentes en un ambiente natural relajado. Son muy disciplinados y agradecidos. Y vienen a clase con tal entusiasmo que ese es nuestro combustible», explica Maria Botha, quien ya prepara la promoción de su proyecto en Valencia.

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